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lunes, 18 de noviembre de 2013

“ENOJO” NO ES UNA MALA PALABRA



La gente suele expresar su enojo, frustración  o desilusión  por medio de métodos indirectos. Si lo que deseamos es cambiar el comportamiento de la otra persona, estas formas de actuar casi nunca logran su cometido.
*El enojo es una emoción humana normal y natural.
*No debemos temer al enojo.
*Debemos aprender a expresar nuestro enojo de una manera eficaz.
La función del enojo en nuestro organismo es reducir el estrés y cualquier método no destructivo de expresión que lo logre es apropiado.
Charles Cole concluye que existe un riesgo claro para la salud de que aquellas personas que sufren de enojo crónico.
Ante el enojo, trate de sentirse mejor en las situaciones específicas que lo producen y desarrolle formas eficaces de expresarlo cuando se presente.
Una expresión honesta y espontánea puede ayudar a prevenir el enojo destructivo e inapropiado.
El dolor en las relaciones humanas es ocasionado por las expresiones de enojo reprimidas. Ambas personas sufren, la que se encuentra enojada en silencio y la otra continúa enojándose de un modo perturbador.
La expresión del enojo solo es el principio. Si recordamos situaciones que nos molestaron, pueden hacernos experimentar nuevamente sentimientos de enojo. Controlar de un modo eficaz el enojo significa, buscar por uno mismo la solución del problema: por medio de la negociación, la confrontación, el perdón, la actitud de cambio o la psicoterapia.
El alivio emocional del enojo se obtiene únicamente cuando su expresión se acompaña de alguna solución del problema que lo causó.
-Exprese su enojo
-De seguimiento a esta acción asertiva con hechos que le ayuden a resolver el problema
(Ya que si no lo hace, puede aumentar el enojo)
1.- Reconozca y permítase creer que el enojo es un sentimiento humano natural, saludable y bueno.
2.- Recuerde que usted es responsable de sus propios sentimientos.
3.- El enojo puede expresarse asertivamente.
4.- Reconozca las actitudes, los ambientes, los hechos y los comportamientos que originan su enojo.
5.- No “se programe” para enojarse. Ej. Si a usted le enoja esperar en una fila lenta, busque alternativas para lograr su cometido de otro modo.
6.- Aprenda a relajarse o “desensibilícese”  ante las situaciones que le provocan enojo.
7.- Desarrolle varias estrategias para manejar su enojo: relajación, esfuerzo físico, declaraciones de vacuna contra el estrés, firmeza interior.
8.- Sea espontáneo, no guarde resentimiento, exprese su enojo directamente, evite sarcasmos e insinuaciones, use un lenguaje expresivo, honesto, evite el insulto, la humillación, los ataques físicos, la hostilidad y la manipulación.
9.-  Desarrolle y practique métodos asertivos de resolver su enojo.
10.- Emplee las estrategias para combatir el enojo.
11.- Dedique unos momentos a meditar si la situación amerita el tiempo y la energía que le dedica.
12.- Exprese su enojo, pero asertivamente.
13.- Solución con la otra persona o por si mismo.
14.- Asigne un horario para resolver su problema.
15.- Comunique sus sentimientos en forma directa, con  los gestos adecuados.
16.- Acepte la responsabilidad por sus sentimientos.
17.- Concéntrese en lo específico y en la situación presente.
18.- Trabaje por la resolución de sus problemas.
19.- Trate de arreglar sus problemas en el momento en que surjan.

Técnicas para enfrentar el enojo
*Elabore un diario para anotar las situaciones que le hacen enojar.
*Redacte un contrato de auto-control que incluya soluciones.
*Aprenda formas alternas de cuando este enojado.
*Aprenda a ignorar o a caer en provocaciones.
*Conozca cuáles son sus detonadores.
*Cuente hasta diez para retrasar su respuesta.
*Desarrolle una respuesta de relajación cuando sienta que empieza a enojarse.
*Concéntrese en lo que tiene que hacer y en sus objetivos.
*Abandone la situación irritante.
*La ira no solucionara el conflicto.
*Exagere sus sentimientos hostiles hasta el ridículo.
*Trate de encontrar algo de humor en la situación.
*Desarrolle modos relajados y amistosos de responder en situaciones potenciales de irritación u hostilidad por parte de otros.
*Desarrolle un sistema de creencias racionales.
*Aprenda a expresar su ira con asertividad.

Cuando somos blanco de la ira de otros
*Permita que la otra persona exprese sus sentimientos.
*Ofrezca discutir la solución después.
*Cuando discuta de nuevo el problema, es necesario que ambas partes:
-Actúen con honestidad y en forma directa.
-Estén dispuestos a enfrentar el problema abiertamente.
-Flexibilidad.
-Que todo sea explícito.
-Metas compatibles.
-Buscar soluciones, no culpables.
-Negociación.

EL ENOJO QUE RESUELVE
Nos enojamos cuando algo nos frustra.
Cuando la energía del deseo que se encamina hacia su realización encuentra un obstáculo, la obstrucción que este produce genera una energética en ese deseo, esta se le llama enojo.
La función de la anterior es asegurar la realización del deseo o necesidad amenazada, sin embargo en lugar de hacer eso, se convierte en un problema más.
Sustrato biológico del enojo.
Ante la presencia de un obstáculo  vivido como amenaza, el organismo segrega adrenalina y noradrenalina.
El enojo es útil para aumentar la fuerza física, pero no es útil para aumentar la capacidad de coordinación  necesaria para resolver un problema.
Influencia de las conclusiones y las creencias en la producción de enojo.
Si evaluamos que el obstáculo está actuando “a propósito” contra nosotros, es probable que nuestra frustración  se convierta en enojo destructivo, lo cual es la esencia de la batalla.
Ante cada frustración se producen conclusiones acerca de la causa que la genera y rápidamente evalúan si existe una intención adversa o no.
Además de las tendencias Psicológicas individuales, existe el factor de la naturaleza filosófica existencial. Si crees que la vida es, una eterna batalla, vivirás en una atmosfera de eterna guerra continua.
La batalla existe, pero no algo esencial de la vida. Entonces la frustración es vivida de una manera distinta.
Los diferentes modos de expresar el enojo
ü  Primer componente: La descarga
Es una acción independiente de la presencia física del otro y su función es disminuir la tensión adrenalínica acumulada.
Algunas personas descargan mejor a través de los brazos, piernas, el movimiento corporal general o utilizando la voz.
Es importante disponer de un lugar, para facilitar la descarga de la intensidad del enojo; allí se puede gritar, golpear, hacer lo que se necesite para descargar el enojo, para estar en mejores condiciones para resolver el problema.
Otro elemento que ayuda a la descarga es el factor tiempo.
La descarga se convierte en algo destructivo cuando queda adherida al deseo de hacer sufrir y castigar al otro por lo que hizo.
ü  Segundo componente: Hacerle saber al otro el impacto que su acción ha producido en nosotros.
El acto de nombrar y expresar lo que siente, realiza una descarga, para que se produzca la modificación del otro, es necesario que este conozca, el modo más completo posible, el efecto que provoca.
ü  Tercer componente: La formulación de una propuesta para reparar la situación y evitar que el problema se repita
v  Cuarto componente: El deseo de castigar al otro por lo que hizo, en hacer sufrir al otro.
Son aquellas personas que creen que expresar el enojo es descalificar, reprochar y castigar.
La venganza, es esencia, eso: hacer algo para que el otro padezca lo mismo que nos hizo padecer.
La actitud de “Lo que más me descarga es que el otro sufra” El otro va a reaccionar ante esa acción, pero si tiene el mismo mecanismo, entonces se pondrá en marcha la interacción que agrava el problema y multiplica el daño.
Autoafirmación y enojo.
Es expresar con claridad la propia necesidad o punto de vista.
La autoafirmación inmadura pretende imponer y la madura tiende a proponer.
El enojo es el menos intenso, la ira representa una forma intermedia, el odio es más intenso y destructivo; no son emociones distintas, sino diferentes grados, los límites son difusos y pueden pasar de un estado a otro muy fácilmente.
El aprender a enojarse bien, no es una cuestión de santidad, sino de desarrollar la capacidad para resolver problemas y al hacerlo todos se benefician.
Expresar bien el enojo no garantiza que el otro vaya a cambiar de acuerdo con nuestro deseo, solo asegura que está creando las condiciones para que el desacuerdo se resuelva.
No importa dónde está, no quien es el que hace que me enoje, sino como me he enojado y la función resolutiva del enojo.

REFERENCIAS
Albert, Robert E, y Michael Emmons, Yo soy dueño de mi vida, Editorial Pax México, 1993.



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