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lunes, 25 de noviembre de 2013

Duelo en los hijos. Segunda infancia y pubertad




Segunda infancia: Comprende de los 2 a 5 años de edad.
Pubertad: De los 11 a 16 años.



Muerte súbita. Es la inesperada, ya sea accidentes, suicidio, u homicidios.


Los padres que han sufrido la muerte súbita de uno de sus hijos, no tuvieron la oportunidad de despedirse de él, pero no tuvieron que tratar con la angustia, agonía de largos y dolorosos procedimientos médicos.


En el caso de asesinatos donde no se encuentra el cuerpo, los padres presentan la fantasía de que su hijo aún esta con vida, por lo cual el proceso del dolor y la negación puede durar mucho tiempo.


Pueden presentar problemas con el alcohol, drogas, sentimientos de venganza, enojo con el sistema judicial, personal médico o personas relacionadas.




Enfermedades terminales, en la segunda infancia. Emociones perjudiciales.


Los niños que padecen la enfermedad creen que pueden obtener todo lo que quieran de sus padres, sin embargo sus hermanos muestran ira y envidia porque el enfermo recibe todo lo que desea.


El funeral es un reconocimiento público de que ha fallecido una persona significativa en nuestras vidas. Es un ritual que señala la aceptación de esa realidad y coloca el cuerpo físico en un lugar final, que puede ser visitado más tarde, a fin de hacer que la separación sea más gradual.


“La muerte de un niño es a menudo una gran lección de amor incondicional, y el amor incondicionado no tiene exigencias ni expectativas; ni siquiera necesita de una presencia física” E. Kübler-Ross.


Los niños muy pequeños no tienen miedo a la muerte, pero más tarde temen a la separación, necesitan recordar el trauma y aprender a liberarse del pánico, dolor, ansiedad y el enojo del abandono.



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